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sábado, 17 de diciembre de 2016

Galletas de jengibre fresco con aceite de oliva

Vamos con un clásico de Navidad. Un clásico de las películas, claro, porque aquí, en la vida se ha visto esto del jengibre. Pero como está muy rico, bienvenido sea jejeje.
Ingredientes:

50 gramos de jengibre fresco, ya pelado.
100 gramos de panela de azúcar.
400 gramos de harina de maíz (tipo Maizena, también vale cualquier otra harina de repostería) .
100 gramos de aceite de oliva.
2 huevos.
Una cucharadita de café de levadura Royal, bakin powder, polvo de hornear o como c*** quieras llamarlo.

Material necesario:

Horno (normal, no microondas)
Bandeja para horno.
Papel de hornear (necesario sólo para torpes).
Manopla de horno.
Cualquiercosaparahorno que se te ocurra, si eres torpe, seguro que la vas a necesitar.
Bol grande.
Báscula (para pesar los ingredientes, no a tu suegra) 
Salvamanteles.
Trapo limpio.
Palo de almirez u objeto contundente.
Plato grande o similar.
Rallador.
Servilletas, muchas servilletas.

Tiempo de trabajo: 1 hora como máximo.

Cómo y cuándo zamparse esta delicia: en el desayuno, con la resaca, con el café, a las 3 de la mañana... ¡cualquier hora es buena! Yo prefiero acompañarlas de un líquido porque es una galleta seca.



1. La mitad de la panela se ralla. Lo más simple y directo es usar un rallador de mano de los de toda la vida, pero también se puede utilizar una picadora y hasta un molinillo eléctrico.
La otra mitad la ponemos en el trapo limpio, y le damos de host*** con el palo del almirez hasta dejarla reducida a pedacitos de medio centímetro diámetro aproximadamente. Si estás muy cabreado/a o llevas un día de m*****, también puedes patearlo en el suelo. Eso sí, cuida que esté todo bien limpio.

2. El jengibre se ralla igualmente. Al final te quedará un poco de masa fibrosa que es mejor tirar. Lo sé porque yo la he usado y es como una lija que se agarra a la garganta con uñas y dientes.

3. Si no lo has hecho ya, lávate bien las manos. Si tienes hijos/sobrinos/nietos pequeños, pídeles que te ayuden, porque esta parte les suele gustar... ésta y la de zamparse todas las galletas. Ahora mezcla todos los ingredientes en el bol y amásalos hasta que quede una pasta homogénea.

4. Extiende el papel de hornear sobre la bandeja para horno. Coge un pedacito de masa y moldéalo con los dedos. También se pueden usar bonitos moldes navideños, pero, seamos claros: si eres torpe, con los dedos es más sencillo. Con el molde corres el riesgo de que se te quede todo pegado y que el resultado sea una pegote informe. Además, con las manos es más divertido. En este punto debería quedar una galleta de unos 2 ó 3 centímetros de diámetro, más o menos así:

 

 57. Pon el horno a 180 grados y déjalo que se caliente (suelen tardar unos 10 minutos).

42. Ahora mete la bandeja con tus futuras galletas. Dependiendo del horno van a tardar entre 10 y 20 minutos. Tienes que retirarlas cuando se hayan hinchado y el azúcar que sueltan haya empezado a dorarse. 

61. Si ves que el azúcar está negro y huele a quemado... ¡retíralas ya!. Para ello utiliza las manoplas para horno. El olor a carne quemada no le viene bien a las galletas de jengibre... y a ti tampoco. Pon la bandeja encima de un salvamanteles, así evitarás dañar la mesa/encimera/cosa sobre la que pongas la bandeja caliente.

8. Déjalas enfriar.

9. Una vez frías, ponlas en un plato grande o en una bandeja, con un poco de gracia, a ser posible. 

Y ahora, ¡a comeeeer! (no olvides las servilletas, sobre todo si eres torpe, seguro que parte de la galleta que te comas acabará misteriosamente en ellas)





lunes, 21 de noviembre de 2016

Ensalada crujiente a dos temperaturas de hojas de remolacha

Sí, las hojas de remolacha se comen. Y sí, podría haber alargado el título, pero no se me ocurría cómo.

Ingredientes para 4 personas:

1 kilo de hojas de remolacha.
2 tomates.
Bolsa de verduras fritas (sí, lo "cool" sería hacerlas, pero, seamos honestos, a mí me salen peor que las de bolsa)
3 dientes de ajo.
Aceite de oliva virgen.
1 pizca de sal.
Agua.

Material necesario:

Cacerola.
Sartén antiadherente.
Cuchillo.
Escurreverduras.
Cuchara de madera.
4 platos llanos.
4 tenedores.
Servilletas a porrillo.

Tiempo de trabajo: 45 minutos más o menos.

Cómo y a qué hora zamparse este plato: para mí es un entrante estupendo, y suelo acompañarlo de un plato proteico después.


1. Lava bien los tomates y las hojas de remolacha para evitar pasajeros indeseados.

2. Pon a cocer las hojas de remolacha a fuego medio, con 1 pizca de sal y vete a hacer puñetas la colada, una sesión de ouija para hablar con E.T, o tira los tabiques de la casa para relajarte. Cualquier cosa que no haya que salir, pues tienes que estar pendiente del fuego.

3. 20 minutos más tarde, retira las hojas de remolacha, y quítales el agua, usando el escurreverduras. Procura que queden lo más secas posibles.

4. Pela y corta el ajo (cuidado con los dedos, estamos haciendo un plato vegetariano, no morcilla de Burgos).

5. En la sartén antiadherente echa una gota de aceite, y añade las espinacas y el ajo. Ponle una tapadera, el fuego bajo, y tienes otros 15 minutos para... estar pendiente y darle una vuelta de vez en cuando.

6. Mienras tanto, quítale a los tomates el redondel verde del centro (sí, tu madre lo hacía, así que no te hagas el listillo y hazlo tú también: contiene toxinas... y este es el momento en el que te lanzas a la wikipedia a ver si es verdad... y no, no tengo una bola de cristal, sólo soy otra listilla jejeje) córtalos de una manera que te parezca bonita y ponlos en el plato con un poco de arte (no, no me refiero a cantarte una de Camarón). Luego échales un chorrito de aceite de oliva virgen y una pizca de sal.

7. Esta es más fácil aún: estruja la bolsa de verduras fritas, luego ábrela y emplátalas también con un poco de gracia. Si, mientras tanto hueles a quemado: sí, son las hojas de remolacha, que ya están hechas un amasijo negruzco. Apaga el fuego antes de incendiar la cocina, invéntate algo rápido para completar la ensalada de otro modo y diles a tus invitados que te ha venido una inspiración y has pasado de la remolacha. Airea la cocina antes de que adivinen la verdad.

8. Con un poco de suerte, todo ha ido bien y las hojas de remolacha están en estado comestible. Quítales la tapa y termina de reogarlas. Estarán en su punto cuando hayan perdido CASI todo el agua (sí, el CASI es importante).

9. Echa las hojas de remolacha en el plato. La gracia de esta ensalada es que los tomates están fríos, y la remolacha caliente; a la vez que las hojas y los tomates son suaves, mientras que el fritillo de bolsa cruje en el paladar.

Las servilletas son para recojer la sangre del que te diga "que ensalada más rara ¿dónde está la lechuga?".

P.D: Probadla y decidme cómo os ha ido ;)





viernes, 18 de noviembre de 2016

Los secretos de la pasta


SECRETO 1: cuando pillas un macarrón y sacas el bloque entero, es que no estaba "al dente". 

Lo que te voy a contar vale para cualquier pasta que hagas. 
Hoy vamos a hacer un clásico infantil: macarrones con tomate, el resto... es secreto.


Ingredientes para 4 personas:
La pasta:
3/4 de kilo de pasta de arroz (a ser posible, de supermercado chino)
Agua.
1 puñado de sal.
Bote de tomate frito, o...
La salsa:
4 tomates medianos.
1 pizca de sal.
3 bolas de pimienta negra.
1/2 cucharada de postre de cominos.
1 puñado de albahaca fresca, o 1 cucharada de postre de albahaca seca.
1/2 cebolla.
3 dientes de ajo.
1 pimiento verde.
1 pizca de pimentón dulce de la Vera.
Aceite de oliva virgen.

Material necesario:
Cacerola.
Sartén antiadherente grande.
Tapadera grande.
Cuchillo. 
Espumadera.
Plato vulgaris. 
Mortero.
Cuchara de madera o similar.
Escurreverduras o como c*** lo llames.
Batidora.
4 platos y 4 tenedores.
Un montón de servilletas.

Tiempo de trabajo: 1 hora y media más o menos, por la salsa. La pasta no tarda ni 10 minutos.

Valor nutritivo de este plato:
Calorías          159
Carbohidratos 28, 30 grs.
Grasas             4, 7 grs.
Proteína           1, 70 grs.
Sodio               73 mg.
Ácido fólico    25 ug.
Fibra                2 gr.
Fósforo           37 mg.
Calcio             14 mg.
Carotenos        650 ug.
Hierro              0, 39 mg.
Magnesio         8 mg.
Potasio             149 mg.
Zinc                  0, 35 mg.
Yodo                 2, 50 mg.
Vitamina A       110 ug.
Vitamina B1     0, 018 mg.
Vitamina B2     0, 04 mg.
Vitamina B3     0, 072 mg.
Vitamina B5     0, 011 mg.
Vitamina B6     0, 006 mg.
Vitamina B9     0, 003 mg.

Cómo y cuándo zamparse este plato: Para mí lo ideal es comerlo a la italiana: poca cantidad, y acompañado de un plato de ensalada y un alimento protéico, también en cantidades pequeñas. Entra a cualquier hora, pero yo lo suelo comer a medio día. Tiene demasiadas calorías para la noche, aunque en determinadas dietas la carga de carbohidratos va por la noche, pero para ello necesitas comer muy poco durante todo el día y hacer muchísimo ejercicio. 


1. Lo primero es comprar la pasta (o hacerla, pero eso lo dejo para otro post quién sabe cuándo) . La pasta italiana es genial, pero los inventores fueron los chinos y hay que reconocer que sus pastas son mucho mejores, tienen mucha más variedad y suelen ser también más baratas, así que, si tenéis un supermercado chino cerca de casa, lanzaos a lo desconocido, armaos de valor y entrad. Si se han comido a algún cliente, aún no lo ha podido probar nadie jejeje. Normalmente sus pastas son más finas, se hacen antes y pillan mejor los sabores. Y son unos expertos en pasta de arroz, lo cuál les viene genial a los que no les siente muy bien el gluten.

2. Ya en casa, empezaremos con la salsa:
Tienes dos opciones:
a) Bote de tomate frito del super - Ve al paso 11.
b) Hacer tú mism@ la salsa - Si eres torpe deberías haber elegido la opción a), pero ya que has escogido la variante más sana, no voy a desanimarte. Sigue leyendo.

3. Con el cuchillo, quita el centro verde de los tomates. Con hacerles un agujerito basta, no hace falta que montes "La matanza de Texas". Se hace porque esta parte contiene cianuro. No, no te vas a morir por comerte un tomate verde, pero el cianuro no se elimina, así conviene no forrarse.

4. Pon agua a hervir en la cacerola y echa los tomates. Déjalos hervir un par de minutos y sácalos. Hacemos esto para pelar los tomates más fácilmente. Para no quemarte, usa la espumadera, déjalos en un plato y échales un poco de agua fría. Si ves que no muerden, puedes empezar a pelarlos. Lo normal es que puedas quitar la piel con las manos... Si ves que muerden ¡grábalos en vídeo y súbelo a youtube, que quiero verlo!

5. Trocea los tomates, el pimiento, la cebolla, la albahaca y el ajo, y pon todo en la sartén, con un buen chorreón de aceite de oliva. 

6. AQUÍ VIENE EL SECRETO 2: Ante la duda, no te cortes con el aceite. Las pastas siempre tienden a hacerse una masa, sobre todo a ti y a mí, que nos tienen manía, y una de las cosas que mantiene separados una macarrón de otro es LA GRASA. Además, la grasa tiene la propiedad de: 1) Atascarte las arterias Ligar cualquier salsa y 2) Hacer que todo esté rico. Cuando pienses que un plato está buenísimo, pero no sepas cuál es su ingrediente secreto, no lo dudes: es grasa.

7. Dicho ésto, sofríelo todo a fuego bajo con la tapadera puesta (sofreír = pochar).

8. Mientras tanto, maja la pimienta. Para ello imagínate que estás viendo el debate sobre el Estado de la Nación, y dale al mortero con todas tus ganas. Luego añade la pimienta y la sal a la sartén. Deja que todo se haga a fuego lento y dale una vuelta de vez en cuando con la cuchara de madera.

9. Al cabo de 1 hora más o menos ya habrá tomado todo un tono rojo oscuro. Si no es así y estás hasta las pelot** de darle a la cucharita tienes prisa, échale una pizca de pimentón dulce. Si eso no le da el tono rojo oscuro, córtate las venas con una pajita de plástico. Remuévelo todo por última vez y apaga el fuego.

10. Ahora bátelo todo. No te cortes y pon la batidora a todo trapo. Cuanto más aire le entre, más cremosa quedará la salsa. 

11. Ya queda poco para comer, así que manda a la parienta, pariente, churumbeles o a quien tengas de esclavo en la cocina, que vaya poniendo la mesa. Si se resiste amenázale con la ley 1 barra 14, que dice que quien cocina no pone la mesa y punto. Luego deja la salsa cerca de los fogones, para que no pierda calor y vamos con la pasta. Echa el agua en la cacerola (calcula que sea la suficiente como para cubrir la pasta) una pizca de sal y ponla a fuego fuerte.

12. Cuando el agua ya esté hirviendo, echa la pasta y baja el fuego a la mitad.

13. Ahora prepara el escenario para el paso siguiente y pon el escurreverduras en la pila.

14. Pasados 3 minutos, prueba la pasta. Si ya está blanda, vuelca la cacerola sobre el escurreverduras. Ten cuidado de no quemarte. Si no está blanda, espera un par de minutos más y vuelve a probarla. Así, hasta que esté "al dente" (un punto en el que la pasta está blanda, pero aún no es un montón de... algo) . Si ves que ya se ha hecho una masa informe, no desesperes y... vuelve al paso 11. 

15. SECRETO 3: Aunque esté en su punto, las pastas siempre tienden a hacerse una masa, así que, en cuanto la hayas escurrido, échala en los platos, sirve por encima un poco de salsa y llama a comer a todo el mundo. 

SECRETO 4: avisa al personal que la salsa no es de bote, y deja caer el esfuerzo que te ha costado hacerla. Si algún graciosete dice que prefiere la salsa de bote, le cortas el cuello y sigues comiendo.

P.D: Las servilletas son para recoger la sangre. La limpieza ante todo.

miércoles, 16 de noviembre de 2016

Crema de zanahoria al eneldo

Está tan buena que deberían sacarla en Play Boy.

Ingredientes para 4 personas:

Agua.
8 zanahorias grandes.
1/4 litro de leche de almendras, o leche de _______ (rellenar la línea con lo que te dé la p*** gana )
1 cebolla.
Sal al gusto (ten el salero a mano y ya está).
Aceite de oliva virgen.
1 puñado de eneldo.
Sésamo (optativo).

Material necesario:

Cacerola.
Batidora.
Cuchillo.
Pelapatatas o como c*** lo llames. 
4 boles.
4 cucharas.
Muchísimas servilletas.

Tiempo de trabajo: Media hora... si llega.

Valor nutricional de este plato (por 100 grs) :

Calorías          194
Carbohidratos 15, 20 grs.
Proteínas         5, 10 grs.
Grasas             11, 20 grs.
Sodio               67 mg. (si le echas todo el salero, apunta 1000 más)
Fibra                5, 80 grs.
Fósforo            35 mg.
Calcio              50 mg.
Hierro              0, 70 mg.
Magnesio         11, 24 mg.
Potasio             363 mg.
Yodo                3, 60 mg.
Zinc                 0, 28 mg.
Vitamina A      1455 ug.
Vitamina B1     0, 06 mg.
Vitamina B2     0, 26 mg.
Vitamina B3     1, 40 mg.
Vitamina B5     0, 27 ug.
Vitamina B6     0, 14 mg.
Vitamina B7     5 ug.
Vitamina B9     13, 93 ug.
Vitamina C       14 mg.
Vitamina D       0, 75 ug.
Vitamina E       0, 55 mg.
Vitamina K       15 ug.

Cómo y cuándo zamparse este plato: para mí es una cena excelente por sí solo. También puede valer como un buen entrante, siempre que el segundo no sea muy contundente.




1. Con el cuchillo, corta las puntas y el trasero de las zanahorias. Podrías pelarlas con la misma herramienta, pero a los torpes nos conviene usar el pelapatatas, que es más seguro. Si ves que empieza a gotear un hilillo rojo, STOP! Seguramente, te has cortado... cuando Chicote dice que hay que dejarse las tripas en la cocina ¡no hay que tomárselo tan en serio!

2. Ahora pon las zanahorias en la cacerola, échales una pizca de sal y cúbrelas de agua. Enciende el fuego, y súbelo hasta que empiece a hervir el agua. En este punto suele estar bien encender la campana o abrir la ventana, para no dejar la cocina hecha un barrizal. Deja la cacerola a fuego medio y vete a hacer puñetas tus labores, un sudoku o a construir una reproducción a escala gigante de la gran muralla china, pero pasados 15 minutos tienes que estar en la cocina otra vez. Comprueba con el cuchillo si las zanahorias están hechas o no. Si las notas duras como piedras, que sigan hirviendo. Si el cuchillo se hunde, apaga el fuego.

3. Saca las zanahorias con algo que tengas a mano para no quemarte y déjalas aparte, en la batidora o donde te dé la gana. Tira el agua y seca bien la cacerola. Luego coge la cebolla, pélala y córtala como quieras. Échala en la cacerola y cubre la superficie con aceite de oliva. Pon el fuego medio y espera a que la cebolla se dore.

4. Después junta las zanahorias y la cebolla, añádele el eneldo y la leche de almendras, y dale a la batidora como si no hubiera un mañana. De vez en cuando para, y prueba la crema, para ver si le falta sal, leche o eneldo. Si ves qué tal... pues éso: lo que veas que falte, se lo añades.

5. Sírvelo en los boles y ¡a comer!

P. D: Sí, el sésamo es para decorar. Me quedaba bien en la foto ;)




lunes, 14 de noviembre de 2016

Remolacha con yogur/ yogur de soja: un plato de autor fácil en menos de 5 minutos.

Es mi versión del borsch ruso, adaptado para unas manos que creen que cortar en juliana es lo mismo que hacerlo en antoniana ni zorra, vaya.

Ingredientes para 4 personas: 

Bote de remolacha en vinagre.
4 yogures de soja o naturales normales (ni griego, ni bio, ni p*****, el normal marca ACME ). SIN EDULCORAR.
1 pizca de sal.

Material necesario:

Microondas, hoguera o lo que tengas para calentar.
Nevera. 
4 boles.
4 cucharas.
Muchas servilletas.

Valor nutricional de este plato (por 100 gramos, con yogur normal):

Calorías           107, 50
Carbohidratos  13,50 grs.
Grasas              2, 30 grs.
Proteínas          5, 50 grs.
Fibra                 2, 58 grs.
Hierro               0, 91 mg.
Sodio                138 mg.
Yodo                 4,10 mg.
Calcio               197 mg.
Potasio              647 mg.
Magnesio          38 mg.
Zinc                   0,90 mg. 
Fósforo              215 mg.
Vitamina A       192,80 ug.
Vitamina B1      0,06 ug.
Vitamina B2      0, 22 ug.
Vitamina B3      0, 76 ug.
Vitamina B5      0, 63 ug.
Vitamina B6      0, 10 mg.
Vitamina B7      2, 61 ug.
Vitamina B9      86, 70 ug.
Vitamina B12    0, 20 ug.
Vitamina C       10, 70 mg.
Vitamina D        0, 06 ug.
Vitamina E        0, 09 mg.
Vitamina K       0, 90 ug.

Con yogur de soja:

Calorías           97, 10
Carbohidratos 10, 38 grs.
Grasas             2, 80 grs.
Sodio              58 mg.
Proteínas        6, 10 grs.
Fibra               6, 18 grs.
Fósforo           45 mg.
Yodo               0, 40 mg.
Calcio             137 mg. 
Hierro             0, 91 mg.
Potasio           407 mg.
Zinc                0, 36 mg.
Magnesio       21 mg.
Vitamina A    183 ug.
Vitamina B1   0, 02 ug.
Vitamina B2   0, 04 ug.
Vitamina B3   0, 32 ug.
Vitamina B5   0, 13 ug.
Vitamina B6   0, 05 mg.
Vitamina B7   0, 01 ug.
Vitamina B9   83 ug.
Vitamina C    10 mg,
Vitamina E     0, 05 mg.
Vitamina K    0, 20 ug.

Tiempo de trabajo: 5 minutos... si llega.

Cómo y a qué hora zamparse este plato: Cualquier hora es buena. Para mí es un entrante excelente. Es para lucirse con la presentación: no lo desaproveches, los torpes tenemos pocas oportunidades como ésta.


1. Cuando compres los yogures, mételos en la nevera (como viene a ser lo normal, pero... yo aviso por si acaso) Es importante que el yogur esté bien frío, y la remolacha, caliente cuando lo sirvas.
2. Abre el bote de remolacha.
3. Mételo en el microondas.
4. Pon el yogur en el bol.
5. Echa encima un poco de remolacha caliente (no seas cutre y cúrrate un poco la presentación)
6. Echa un poquito de sal por encima.

¡¡¡HECHO!!!

Reconócelo. En tu vida has cocinado algo tan bonito en tiempo récord.

P.D: No digas a tus invitados lo fácil que ha sido. De nada ;)



La receta del borsch ruso, otro día. Continuará...

jueves, 10 de noviembre de 2016

El desayuno de mi abuelo Isidoro: sopas de ajo.


Ni café, ni huevos revueltos, ni zumo detox. Mi abuelo era de Palencia, no de Manhattan, y este, su desayuno:

Ingredientes para 4 personas:
2 litros de agua.
2 puñados de sal fina, o por mí, como si le echas el bote entero sal al gusto.
400 grs. de pan duro (el del día anterior, no de biscotes... bueno, si no te queda otra, de biscotes también vale, pero estropeará el aspecto cutre tradicional de esta sopa).
Ajo como si no hubiera un mañana (1 cabeza).
Aceite de oliva.
1 cucharada sopera de pimentón dulce de la Vera.
1 huevo (optativo)

Material necesario:

Sartén.
Cuchara.
Cazo de servir.
4 boles.
4 cucharas.
Servilletas, servilletas y más servilletas.

Valor nutricional de este plato (por 100 grs) :

Calorías                    163 kcal.
Hidratos de carbono 12,5 grs.
Sodio                        1,1 gr. (si echas el bote entero de sal, seguro que es más)
Grasas                       25 grs.
Fibra                          0,6 grs.
Proteína                     4, 7 grs.
Potasio                      535 mg.
Calcio                       35 mg.
Fósforo                     156 mg.
Hierro                       1,4 mg.
Vitamina A               5 mg.
Vitamina C               13 mg.

Si se le añade un huevo:
Calorías                     173 kcal.
Grasas                        25,8 grs.
Proteína                      5, 3 grs.
Ácido fólico                3,5 mg.
Fósforo                       170 mg.
Potasio                        545 mg.
Vitamina A                 20 mg.
Vitamina B12              0, 7 mg.



Tiempo de trabajo: 15 minutos... si llega.

Cuándo y cómo zamparse este plato: mayormente es un DESAYUNO. Aunque en los tiempos de pijismo total que vivimos, parece que ya pocos empiezan el día con un plato salado. En los restaurantes te lo vas a encontrar como un entrante, normalmente bajo el nombre de "sopa castellana", y con un montón de cosas más que le dan un sabor rancio rarísimo, como jamón, huevo, etc. Yo sólo lo tomaría en la cena si tu objetivo es ponerte como la tía Guida (chiste con poca gracia, sólo apto para adictos a Harry Potter).


Por alguna razón que no acabo de entender siempre las llamó "sopas" y no "sopa". Supongo que porque es demasiado para llamarla en singular. En los restaurantes la suelo ver con un montón de ingredientes más, pero lo cierto es que mi abuelo las hacía así:

1- Se corta el pan en láminas, ni demasiado finas, ni demasiado gruesas. Más o menos como la de la foto:

2- Se pone el aceite en la sartén. Lo suficiente como para cubrir toda la superficie. Los chefs experimentados encenderían ahora el fuego, pero los torpes... mejor esperamos a haber completado el siguiente paso. 

3- Ahora se pelan los ajos, se cortan en láminas (como siempre, pido a los torpes cuidado con los dedos) 

4- Ahora sí, ENCIENDE EL FUEGO, pero mantenlo bajo. Echa los ajos y, a renglón seguido, el pan.
Remueve con la cuchara hasta que el ajo esté dorado y el pan ligeramente frito. El pan chupa mucho aceite, así que lo más probable es que tengas que echar un poco más.

5- Ahora va el pimentón. Extiéndelo por toda la sartén. En pocos segundos empezará a oscurecerse. Ese es el momento de...

6- ... echar el agua y la sal. Remueve un poco para mezclarlo bien todo. De paso prueba a ver si le falta sal. Aquí, si quieres, puedes elevar el fuego. En este punto era cuando mi abuelo, si hacía las sopas como parte de la comida de mediodía, le añadía un huevo, echándolo al agua hirviendo y removiendo con la cuchara. Cuando llegue a ebullición, déjalo un par de minutos y luego, apaga.

¡Ánimo! Ya casi está, no la j**** ahora.  Echar la sopa desde la sartén a los boles es una tentación, pero lo más probable es que termine todo en el suelo. Es mejor usar el cazo de servir.

Yo prefiero comerlas con cuchara, pero si tú eres de los que prefiere sorber directamente del bol, ¡adelante y disfruta! Es tu desayuno, ¡ a mí qué c*** me importa cómo te lo comas! ¡no dejes que nada te lo arruine! :)

  

P.D: No olvides las servilletas, sobre todo si vas a comer con un torpe. Nunca se sabe lo que puede pasar.

lunes, 7 de noviembre de 2016

Calabacín en vinagre

Boquerones Calabacín en vinagre. Cualquier torpe como yo puede hacer este plato tan rico. Y si yo puedo, te aseguro que tú también.

Ingredientes:

1 Calabacín mediano.
1/4 l. de aceite de oliva virgen (hojiblanca a ser posible).
1/4l. de vinagre blanco.
2 pizcas de sal.
3 dientes de ajo (asegúrate al comprarlo que sea ajo español y no chino)
1 manojo de perejil.
Cerveza (optativa)


Material necesario:

1 cuchillo.
1 pelapatatas manual o artefacto con el que laminar cosas.
1 bol grande o tupper.
Tabla de cortar.
1 taburete.
1 radio o cacharro similar.
Muchas servilletas.

Valor nutricional de este plato:

¡Es un aperitivo! ¡No te vas a morir por 2 calorías de más!
Ehhhhh... no sé.

Tiempo de trabajo: Media hora o menos. Pero hay que prepararlo el día anterior.

Cuándo y cómo tomar este plato: puede ser un aperitivo, con pan en plan humano con churumbeles sin tiempo para respirar, como en la foto, o si te lo montas en plan chef pijo de la tele con otros elementos, hacer un buen entrante.


Lo primero lávate las manos. Siempre es importante cocinar y comer con las manos limpias, pero si vas a cocinar algo en crudo, mucho más, si no quieres irte de bareta por las patas abajo porque no vas a tener el fuego para quemar posibles bacterias.
Despues, lava bien el perejil. No sólo se trata de quitarle bacterias de esas que te hacen irte de bareta por las patas abajo , sino de productos químicos que se emplean para que no se lo coman los bichos, o hasta los bichos mismos. Dicen que María Callas comía huevos de tenia y de lombriz para adelgazar, pero este es un plato crudivegano, y eso excluye esos pobres bichos asquerosos ¡¡¡puaaaaj!!! huevos de invitados no deseados.

Es el momento de coger el calabacín y pelarlo bien. La piel del calabacín es muy amarga, así que hay que dejarlo patena bien limpio. 
Ahora es un buen momento para sacar la tabla de cortar y partir el calabacín en dos otros trozos (dependiendo de lo largo que sea tu calabacín). Después secciónalo por la mitad, así:


Y vuelve a partir cada una de esas mitades por la mitad también. O hazlo como te salga del c*** quieras, pero el objetivo es sacar unas láminas de este tamaño:


Luego coge el cacharro que tengas por tu casa para laminar cosas. El tío Poly, en "Uno de los nuestros", usaba una cuchilla de afeitar. Pero yo, que no pertenezco a la jet de la cárcel, prefiero un pelapatatas. Podría hacerlo con el cuchillo, pero... soy torpe jeje.


Ahora es el momento de usar el taburete. Siéntate, ponte la radio, y lamina el calabacín con cuidado y mucho amor por tus dedos.
Cuando lo tengas todo, échalo en un bol grande. Ahora trocea el perejil sobre la tabla. Córtalo lo más pequeño posible y apretando mucho el manojo para que te sea más sencillo.
Luego pela el ajo y lamínalo también con el cuchillo y mucho cuidado.
Échalo todo en el cuenco, junto con el aceite y la sal.
Y ahora, el vinagre. Cada marca tiene un sabor diferente, así que es difícil saber qué cantidad es necesaria para que quede más o menos a gusto de todos los paladares.  Para no arruinarlo todo, échalo poco a poco, y ve probando, porque si queda demasiado fuerte, el plato será una p*** m***** indigesta ya no tendrá arreglo.

Después busca por la cocina algo para tapar el bol (no, el gato no vale) o ponle la tapa al tupper. Sí, sé que le vas a poner la tapa de otra tartera porque el duende de la cocina te ha escondido la que le correspondía. No te preocupes, las tapas de los tuppers son como los calcetines desparejados: van a parar a un limbo del que no salen jamás. Dala por perdida y haz como si fuera un bol: tápalo con cualquier cosa y mételo en la nevera.

Al día siguiente emplátalo como te dé la gana, saca la cervecita y ¡a comer!


P.D : Si comes con un torpe nunca olvides poner muchas, muchas servilletas ;)

lunes, 31 de octubre de 2016

Mini tortillas de arroz


Ingredientes para 4 personas:

3 tazas de café de arroz blanco redondo (tipo SOS).
5 ó 6 huevos.
2 pizcas de sal.
2 dientes de ajo.
Perejil fresco.
Cebolla.
Laurel.
Aceite de oliva.

Material necesario:

Sartén antiadherente.
Olla express.
Espumadera.
Cucharón de servir.
Mortero o almirez.
6 platos planos.
4 tenedores.
Servilletas a cascoporro, al menos una de ellas de papel.

Tiempo de trabajo: 1 hora.

Cuándo y cómo comer este plato: preferentemente en la comida de medio día, acompañado de, por ejemplo, una ensalada, o lo que se te ocurra. Si quieres parecerte a un planeta y lograr la masa suficiente como para que las cacerolas orbiten a tu alrededor, acompáñalo de pan o cualquier otra fuente de hidratos de carbono.


Normalmente yo uso este plato para aprovechar las sobras de arroz blanco. Si no, necesitas primero hacer el arroz. Para ello tienes que usar la olla express, uno de los dientes de ajo, la cebolla, el laurel, la sal y el aceite de oliva. Aquí tienes la receta para hacer un arroz seco de primera: http://cocinavegetarianaparatorpes.blogspot.com.es/2016/10/como-hacer-un-arroz-blanco-sabroso.html

Una vez hayas hecho el arroz métele mano porque está de muerte déjalo enfriar unos minutos, y echa en la misma olla los huevos. Mézclalo todo hasta que el huevo y el arroz sean una pasta homogénea. Es importante que el arroz y la olla estén fríos, o el huevo se cuajará, y eso es algo que no queremos que ocurra.

Ahora trocea el perejil con el cuchillo (los torpes siempre tenemos que tener cuidado con las cosas afiladas) y ponlo en el mortero, junto con el diente de ajo. Májalo todo como si le estuvieras dando una paliza a tu jefe y añádelo a la olla, junto con otra pizca de sal.

Déjalo todo unos minutos para que el huevo empape bien el arroz. Mientras tanto puedes aprovechar para calentar el aceite: pon la sartén a fuego fuerte y llénala de oliva virgen hasta la mitad.

Ahora viene el reto para los torpes: la fritura.

1) No olvides activar la campana, si la tienes, para no llenar todo de grasa. 
2) Actúa sin miedo, pero con precaución. Este plato no salta mucho, pero puedes quemarte.
3) Cuando veas que empieza a salir una especie de espuma es que el aceite se está quemando. Es el momento de bajar el fuego antes de que arda la cocina.

Dicho esto, coge el cucharón y recuerda quién manda en la cocina: tú, no el arroz. Con el mismo utensilio aplasta un poco el arroz y coge una porción, de forma que quede lo más redondita posible. Echa la masa en el aceite con cuidado.
Repite la operación hasta que se te acabe el arroz o hasta que la sartén esté llena. Procura que las tortillitas no se toquen entre sí o se unirán y formarán una p*** masa grasienta para que puedas voltearlas cómodamente.

Cuando veas que los bordes se han dorado un poco, dale la vuelta a las tortillitas con la mano NO la espumadera.

Mientras tanto prepara la servilleta de papel sobre uno de los platos planos. También puedes aprovechar el tiempo para trincarte un botellín, vaso de vino, escribir unos twits o hacer la guarnición.
Cuando ambos lados estén dorados, retira las mini tortillas con la espumadera, dejando que el aceite escurra bien, y colócalas sobre la servilleta de papel. De este modo, el papel absorberá la grasa restante. 
Cuando estén frías, ponlas en otro plato, fuente, o emplátalas como en las fotos.
No olvides poner muchas, muchas servilletas por lo que pueda pasar y ¡a comer!
¡Ñam! ¡Ñam!




jueves, 27 de octubre de 2016

Pastel de calabaza

Un clásico de Halloween, y una oportunidad para que los torpes nos luzcamos con un plato espectacular.
Ingredientes para 4 personas:
400 grs de galletas (tipo María) o de harina de maíz (tipo Maizena)
2 cucharadas soperas de harina de maíz. 
250 gramos de margarina/mantequilla para un cocinero hábil. Los torpes: 1 tarro de margarina entero, por si acaso.
400 grs de calabaza.
1/2 litro de leche (de almendras, de soja o de vaca).
1 pizca de sal.
Cebolla frita.


Material necesario:


Horno.
Molde para horno.
Papel de aluminio.
Film transparente de cocina. 
Reloj.
Batidora. 
Manoplas de horno.
Bandeja de horno.
Picadora, molinillo eléctrico o similar. 
Sartén antiadherente. 
Cuchara de madera.
Cuchara sopera.
Cuchillo. 
Paleta de servir tartas o similar.
4 platos llanos.
4 tenedores.
Muuuuuuuchas servilletas.




Valor nutricional de este plato:


Calorías ¿realmente quieres saberlo? Este plato está MUY BUENO 480
Hidratos de carbono 69 grs.
Proteínas                   2,2 grs.
Grasas                       41 grs.
Sodio                        180 mg.
Vitamina A               100 ug.
Vitamina B1             0, 05 mg.
Vitamina B2             0, 09 mg.
Vitamina B3             0, 4 mg.
Vitamina C               5 mg.
Potasio                      383 mg.
Calcio                       22 mg.
Fósforo                     44 mg.
Hierro                       0, 8 mg.
Magnesio                  8 mg.


Cómo, con qué y para qué hora es este plato: Esto entra solo a cualquier hora del día, pero lo ideal es evitar la cena. También es cierto que si tienes invitados a cenar, te puedes lucir con este plato, y aunque es engordativo a tope de alto valor calórico, no es pesado. Vamos, que te lo tragas y no te enteras de la cantidad de calorías que te estás apretando entre pecho y espalda. Lo ideal es acompañarlo de algo suave, como una ensalada.

Tiempo de trabajo: 1 hora - 1 hora y media, pero necesitas empezar al menos 6 horas antes de la comida.

Vamos a empezar por hacer la base del pastel. Una masa quebrada. No te asustes, cualquier torpe puede hacer una masa quebrada estupenda. Así como el hojaldre (de aceite de sésamo) yo prefiero comprarlo, la masa quebrada no merece la pena porque es MUY FÁCIL de hacer.

Lo ideal es utilizar una harina sin glúten activo, pues el glúten hace que la masa adquiera una gomosidad que no nos conviene en este caso. La harina de maíz es ideal.

Si lo haces con harina, ponla en la sartén y tuéstala un poco ( 3-4 minutos, removiendo) y añádele 2 cucharaditas de café de azúcar y una pizca de sal.

Pero a los torpes, cuantos menos pasos, mejor, así que hoy vamos a hacer la masa con galletas tipo María. Tienen glúten, pero al estar ya horneadas, no interfiere en la textura de la masa.

Coge el molinillo eléctrico, la picadora, el almirez o lo que tengas por la cocina que te sirva para reducir las galletas a polvo. También se puede hacer con las manos, pero se tarda mucho más. Tiene que quedar un polvo fino. Añade 200 gramos de margarina y amasa todo hasta que sea una pasta homogénea. Haz una bola, envuélvela en el film de cocina y mételo en la nevera, al menos un par de horas.

Antes de empezar a cocinar todo lo demás, pilla el molde, embadúrnalo de margarina y después espolvorea por encima una cucharada sopera de harina. Como a los torpes no nos suele quedar bien a la primera, pasa la mano hasta que quede todo repartido uniformemente por todo el molde, especialmente las esquinas y los recovecos que tenga. Luego extiende la masa en el molde, de modo que las paredes no queden muy finas. Así:


Antes de continuar saca todo ese cacharrerío lo que tengas guardado en el horno (no, no tengo cámaras en tu cocina; es que la mayoría de los torpes usamos el horno de armario, es un hecho) y ponlo a calentar a 180 grados. Lo de sacarlo todo del horno es importante, sobre todo si tienes los moldes de silicona para el microondas...

Después, corta un par de trozos bien largos de papel de aluminio y extiéndelos sobre la encimera (si ves que te tienes que salir de la cocina para extenderlos, es que te has pasado con el largo). Pela la calabaza, quítale las pipas (que se pueden aprovechar para tostarlas y servirlas después con la ensalada de guarnición) y trocéala, poniéndola sobre el papel de aluminio.



Ahora cierra los trozos de papel aluminio sellando todos los lados, de forma que no quede nada al aire, de este modo:


Se trata de asar la calabaza sin que pierda el agua. Cuando tengas todo preparado, mete la masa y la calabaza en el horno. Si no te cabe todo, primero la masa, y luego la calabaza. La calabaza, siempre sobre la bandeja del horno, para luego poder sacarla cómodamente. Por favor, no metas la calabaza dentro de la masa. Cada cosa tiene que estar en un estante del horno diferente.

Saca la masa en 10 minutos.
La calabaza tardará unos 20 minutos.
El reloj es para que no te pases y saques una masa negruzca y apestosa se queme la comida.

Un cocinero experto sacaría una masa perfecta. A mí me suele salir con grietas, pero no pasa nada: no hay nada que no arregle un buen pellostón de grasa. Con la cuchara de madera, extiende un poco de margarina por las grietas que hayan podido salir y ciérralas con cuidado.

Mientras tanto, es posible que la calabaza ya esté hecha, así que no olvides sacarla del horno. Para ello utiliza, por favor, las manoplas apropiadas para no quemarte. La piel humana abrasada no queda bien en este pastel, por mucho que sea para Halloween.

Ahora vamos con una bechamel. No te asustes, los torpes también podemos con este clásico. Primero saca la leche (de almendras, de soja o de vaca, como tú quieras) de la nevera. Pon la sartén antiadherente a fuego lento y añade un pegote de margarina generoso:


Cuando esté derretida, añade una cucharada sopera de harina, y disuélvela dando vueltas con la cuchara de madera. Este paso necesita paciencia. Cuando quede una masa homogénea ve añadiendo, poco a poco, la leche. De igual modo, da vueltas con la cuchara hasta que vaya quedando una salsa homogénea, sin grumos.
Si lo echas todo de golpe, te será más difícil.

Una vez que esté hecha la bechamel, mézclala en la batidora con la calabaza, añade una pizca de sal, y bátelo todo como si no hubiera un mañana. Cuanto más aire consigas meterle, mejor.
El resultado debería ser una crema espesa de color naranja, que huele que alimenta sola.
Viértela sobre la masa y mete el pastel en la nevera al menos un par de horas.


No vale meter el dedo cada media hora a ver si está bueno. ESTÁ DELICIOSO. SEGURO.

Sácalo al menos media hora antes de comer para que quede a temperatura ambiente.
Precaución a la hora de desmoldar:
1- No le des la vuelta, ni pongas el pastel en vertical o corres el riesgo de arruinar todo el trabajo que has hecho.
2- Para evitar que se rompa, parte las porciones aún dentro del molde.
3- Para ello, usa un elemento sin filo (como una pala para tartas, por ejemplo) para no fastidiar el molde.

A mí me gusta espolvorear por encima un poco de cebolla frita crujiente (la compro hecha para simplificar, pero también se puede hacer)
Una ensalada y un buen vino blanco son un acompañamiento ideal para este pastel.

Y como siempre, si váis a comer con un torpe en la mesa, no olvidéis poner muchas, muchas, muchas servilletas.

¡A comer!

martes, 25 de octubre de 2016

RECETA VEGETARIANA PARA BEBÉS: crema de calabacín

A partir de 6 meses.
Ingredientes:

1 calabacín mediano.
Agua.
Aceite de oliva virgen.

Material necesario:

Cacerola.
Cuchillo.
Cucharón.
Escurreverduras/ escurridor o tamiz.
Batidora.

Tiempo de trabajo: media hora.

Valor nutricional de este plato (por 100 grs):

Calorías                    31,99 grs.
Hidratos de carbono 2 grs.
Sodio                        1 mg.
Proteínas                  1,8 grs.
Fibra                         1,6 grs.
Grasas                      1,5 grs.
Hierro                       0, 67 mg.
Calcio                       21, 51 mg.
Potasio                      230 mg.
Yodo                         2, 03 mg.
Zinc                          0,24 mg.
Fósforo                     45 mg.
Magnesio                 12, 87 mg.
Vitamina A               47, 81 ug.
Vitamina B1             0, 09 mg.
Vitamina B2             0, 07 mg.
Vitamina B3             0, 71 mg.
Vitamina B5             0,16 ug.
Vitamina B6             0,07 mg.
Vitamina B9             33, 10 ug.
Vitamina C               13, 82 mg.
Vitamina E               0, 06 mg.
Vitamina K               4, 30 ug.



Pela el calabacín de modo que no quede ni gota del verde oscuro de la piel, pues amarga y tu bebé te lo hará saber de forma rotunda (por cierto, ve acostumbrándote a los escupitajos y vomitonas). A continuación, trocéalo y ponlo a hervir a fuego medio. Debes echar agua suficiente para cubrir todo el calabacín. Si ves que los trozos empiezan a flotar, no eches más, claro.

Deja que hierva unos 15 minutos. Con el cucharón comprueba que ya está todo blando. Cuando sea así, ve a la pila, pon el escurreverduras y echa encima todo el contenido de la cacerola. Ahora viene el secreto de esta receta: agita el escurridor hasta que el calabacín quede completamente seco. Por supuesto, no vas a lograr echar todo el agua, pero sí la suficiente como para que el resultado sea cremoso. Este truco tan brillante, producto de una mente privilegiada tonto va a hacer que el resultado sea una crema suave, muy agradable al paladar del bebé.

Por último, echa todo en el vaso de la batidora, en la batidora americana, o lo que sea que tengas para triturar las pócimas maravillas que salen de tu cocina. Añade un chorreón de aceite de oliva virgen y bátelo como si no hubiera un mañana... en serio, bátelo durante al menos un par de minutos, hasta que el resultado sea una crema apta para todos los públicos.

Este plato va genial con un buen Riveiro bibe de leche o tetada de mami.

P.D: la OMS recomienda que la lactancia sea exclusiva al menos hasta los 6 meses. Después, estas comidas pueden ser complementarias a la leche, no sustitutivas de la leche materna.